Tenías que ser tú
Esta película es una comedia romántica, de una mujer llamada Anna Brady (Amy Adams) con un buen trabajo y una buena vida. Además, espera la proposición de su novio. Cuando cree que lo va ha hacer, tiene que irse a Dublín por viaje de negocios. Entonces, Anna decide ir también allí para pedirle matrimonio a su pareja el 29 de febrero de un año bisiesto, que se trata de una tradición de las mujeres de Irlanda. Todo va bien hasta que el viaje comienza a complicarse y el avión la deja tirada en medio de un lugar de Gales. Coge un barco, pero no llega hasta Dublín, por culpa de un mal temporal, así que le lleva a un pequeño pueblo de Irlanda. Acabando en un bar-motel y teniendo que lidiar con un hombre llamado Declan (Matthew Goode) irónico y cascarrabias, que se decide a ayudarla a llevarla a su destino.
Se trata de una historia romántica, con sus momentos de risa, y que te demuestra que no todo en la vida sale como esperas, y que las cosas llegan en el momento más inesperado. Te llegas a adentrar en los personajes, descubriendo como son en realidad y, finalmente, se acaban haciendo un hueco en tu corazón.
Es una película genial, muy recomendable, que a simple vista no parece un peliculón, pero logra engancharte.
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